Washington, (EFE).- La Administración de Fármacos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, en inglés) aprobó este jueves la primera píldora anticonceptiva que podrá adquirirse sin receta médica en el país, informó este organismo en un comunicado.
La aprobación permitirá el acceso a este método anticonceptivo a millones de personas en Estados Unidos, recalcó la doctora Patrizia Cavazzoni, directora del Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos de la FDA, quien subrayó que esta píldora es «segura» y «más efectiva» que muchos de los métodos sin receta que se utilizan para evitar embarazos no deseados.
Según los datos de la FDA, casi la mitad de los 6,1 millones de embarazos que se producen al año en Estados Unidos son no deseados.
Los embarazos no deseados, añade el comunicado, están relacionados con riesgos como los partos prematuros o problemas de salud de los recién nacidos.
La eficacia de la píldora se estableció ya cuando fue fabricada para su uso con receta en 1973.
La farmacéutica HRA Pharma solicitó la aprobación de su uso sin receta, y para ser aprobado tuvo que demostrar que el producto se puede utilizar de forma segura y efectiva sin necesidad de asistencia del personal sanitario.
La FDA recordó en su comunicado la forma en que la píldora debe tomarse -cada día sin falta a la misma hora- para que sea efectiva y relató los efectos secundarios o la importancia de vigilar su combinación con otros medicamentos para evitar efectos adversos.
Añadió que esta píldora no sirve para proteger ante enfermedades de transmisión sexual o después de haber practicado sexo sin protección.
En dicho comunicado, Planned Parenthood incluye dichos informes y recuerda que «los métodos anticonceptivos son un cuidado esencial de la salud reproductiva».
Por eso considera que la decisión de hoy supone «un momento histórico para la equidad en la salud, la salud sexual y los derechos reproductivos».
Planned Parenthood advierte de que esta decisión «no es una solución a los continuos ataques al acceso al aborto y la salud sexual y reproductiva» en el país, donde hace un año el Tribunal Supremo derogó la protección del derecho constitucional a la interrupción voluntaria del embarazo.
Pero admite que el acceso a los anticonceptivos «es una parte fundamental de la protección» de la libertad reproductiva, sobre todo mientras sigue habiendo estados que «continúan redoblando sus impopulares prohibiciones y restricciones del aborto».