Ciudad del Vaticano, 28 dic (EFE).- El papa Francisco «nunca tuvo la intención de ofender o expresarse en términos homofóbos, y pide disculpas a quienes se sintieron ofendidos», según publicó este martes la oficina de prensa del Vaticano tras la polémica creada después de que el pontífice afirmase en una reunión con obispos que «ya había mucho ‘mariconeo’ en los seminarios».
«El papa Francisco conoce los artículos publicados recientemente sobre una conversación, a puerta cerrada, con los obispos de la Conferencia episcopal italiana (CEI) y como afirmó en varias ocasiones: “¡En la Iglesia hay lugar para todos, para todos! Nadie es inútil, nadie sobra, hay sitio para todos. Tal como somos, todos nosotros», se lee en la nota del Vaticano.
Y añade: «El papa nunca tuvo la intención de ofender o expresarse en términos homófobos, y pide disculpas a quienes se sintieron ofendidos por el uso de un término, referido por otras personas».
Este martes causaron polémica y desconcierto los artículos de los medios italianos en los que se aseguraba que el papa se había referido a que «ya había mucho mariconeo (o mariconería)» para defender la posición de no admitir a homosexuales en los seminarios, durante la reunión a puerta cerrada en la asamblea de la CEI
Al parecer, el papa usó la palabra – despectiva en italiano- ‘frocciagine’ (mariconería) durante la reunión con los obispos italianos el pasado 20 de mayo había sido publicado hace un par de días en la página web Dagospia, que publica presuntas exclusivas informativas, pero este lunes algunos medios italianos como «Corriere della Sera» y «Repubblica» confirmaron el término con algunos obispos presentes.
Se estaba hablando del tema de si admitir en los seminarios a candidatos abiertamente homosexuales y en qué medida y Francisco, aunque reiteró como siempre la necesidad de acoger a todos, se mostró muy rígido al respecto, reiterando su negativa a admitirlos, como ya ha reiterado la Iglesia en varias ocasiones.
«Corriere della Sera» explica que según los presentes consultados «más que vergüenza, la frasee fue recibida con algunas risas incrédulas» y que «era evidente que el papa no era consciente de lo ofensiva que resulta esa palabra en italiano».
El papa quiso así reiterar la posición de la Iglesia con una instrucción del dicasterio del Clero que en 2005, con Benedicto XVI, y confirmada en 2016 con Francisco establecía que «la Iglesia, respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir en el seminario y en las Sagradas Órdenes a quienes practican la homosexualidad, tienen tendencias homosexuales profundamente arraigadas o apoyan la llamada cultura gay».
“Muchas veces perdemos la paciencia, también yo. Pido perdón por el mal ejemplo de ayer”, señaló Francisco desde la ventana del palacio apostólico y momentos antes del rezo del ángelus. EFE