El presidente Nicolás Maduro ordenó el cierre de la embajada de Venezuela en Noruega, una medida que llega pocos días después de que María Corina Machado fuera galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025.
La decisión la confirmó por el Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano en un comunicado en la pagina oficial del Ministerio, donde el gobierno justificó la medida como parte de una “reorganización interna” de su red diplomática.
Sin embargo, el cierre coincide con el reconocimiento internacional a Machado, una de las principales figuras de la oposición venezolana, lo que muchos analistas interpretan como una respuesta política directa al gesto de Oslo.

Noruega: mediador en el conflicto venezolano
Noruega se conoce como uno de los países más activos en la búsqueda de una salida negociada a la crisis venezolana. Entre 2019 y 2024, el gobierno noruego facilitó conversaciones entre el gobierno de Maduro y la oposición, que culminaron en el Acuerdo de Barbados, hoy considerado un fracaso tras el incumplimiento de las garantías electorales por parte de Caracas.

La decisión de cerrar la embajada podría interpretarse como el fin de los canales diplomáticos entre Caracas y Oslo, y un mensaje de ruptura con la comunidad internacional que impulsó el diálogo. Según Bloomberg, la medida “marca un deterioro adicional en la política exterior venezolana”.
El Premio Nobel de la Paz 2025 se lo otorgaron a María Corina Machado por “su lucha por la democracia y los derechos humanos en Venezuela”, según el comité noruego.
El reconocimiento lo celebró por la oposición venezolana y por varios gobiernos europeos y latinoamericanos, pero rechazado por Maduro, quien calificó el galardón como una “provocación imperial”.
Aunque el comité Nobel es independiente y no responde al gobierno noruego, Caracas interpretó el hecho como un acto político hostil. La respuesta llegó en forma de ruptura diplomática, lo que agrava las relaciones entre estos dos países.
Una política exterior cada vez más aislada
La medida contra Noruega no fue un hecho aislado. En el mismo comunicado, Venezuela anunció también el cierre de su embajada en Australia y la apertura de nuevas sedes diplomáticas en Zimbabue y Burkina Faso, en línea con sus “principios geopolíticos de paz e integración” y su acercamiento al Sur Global.
Maduro ha intentado fortalecer vínculos con naciones africanas y asiáticas en respuesta a las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea, mientras su relación con países mediadores se deteriora.
A nivel regional, Brasil y Colombia han mostrado cautela, criticando los métodos de Washington pero sin defender abiertamente a Maduro, mientras que Guyana y Trinidad y Tobago han respaldado la postura estadounidense.
En el plano internacional, la Organización de Naciones Unidas no ha tomado una posición unificada. Caracas, por su parte, ha solicitado la discusión de una resolución en el Consejo de Seguridad para “defender su soberanía frente a agresiones externas”.