La anunciada presa de Don Miguel será erigida en la sección que tiene el mismo nombre del proyecto, enclavada en la provincia Dajabón, justo en la cuenca alta del río Masacre.
Se trata de una obra que se viene discutiendo desde la administración de Silvio Carrasco en el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), en la gestión gubernamental de Hipólito Mejía.
El ingeniero Rafael Méndez, director del Indrhi en el periodo 2000-2004 en Dajabón, así como en la actualidad, dijo no entender por qué no se materializó la construcción de esa presa en ese momento.
El funcionario destacó la importancia que tenía y sigue teniendo la obra hídrica para la población.
«La presa resolvería un gran problema para la provincia Dajabón, tanto de agua potable para el consumo humano, así como para riego», resaltó Méndez.
De acuerdo al estudio original, la presa de Don Miguel fue diseñada con una capacidad de 14 millones de metros cúbicos de agua, con proyecciones de alcanzar los 16 millones.
A 20 años de que se discutiera esa iniciativa, la gestión gubernamental de Luis Abinader anunció un proceso de licitación inmediato, para materializar la obra.
Se trata de una «solución definitiva a largo plazo» para proteger el agua a los dominicanos, la cual surgió a raíz de la construcción del canal de riego que busca desviar el agua del río Masacre en su cuenca baja a territorio haitiano.
Se estima que la construcción llevará unos 30 meses, con un costo aproximado de 2,700 millones de pesos.
El área donde será construida la presa es una zona boscosa que no impactará ningún asentamiento humano.