Ante la mirada indiferente de las autoridades del partido de gobierno, los comunicadores de esa organización en Dajabón, han ido quedando como «niños desvalidos».
Según la ciencia una persona desvalida es alguien desamparado, falto de ayuda o de protección, esta frase ajusta correctamente con la situación que hoy atraviesan los pocos comunicadores del PRM, que han enfrentado a una gran cantidad de adversarios para defender y mantener el gobierno en el poder.
La falta de consideración, de gestión, de inclusión y de conciencia, hace ver este importante sector como niños «desvalidos», que es similar a mala alimentación, inanición debido a la falta de disponibilidad de alimentos y ciertas afecciones que impiden que una persona coma.
Esas afecciones mencionadas anteriormente las están presentando de manera figurada los comunicadores de esta parcela política en esta provincia fronteriza.
En su mayoría no reciben un apoyo publicitario del gobierno que les permita alimentar o sustentar el pago de sus espacios, radiales, televisivos o pago de internet para medios digitales.
Otros no son beneficiados con una función disponible dentro del tren gubernamental que no sea con un sueldo por debajo de los 20 mil pesos.
Todo esto ha sido producto de la falta de acción de nuestros representantes.
Cabe destacar que hay funcionarios que si han estado en la disposición de aliviar estas afecciones, pero hay otros que se empeñan en seguir causando dolor.
Como niños al fin seguimos esperando a un buen animador que nos saque una sonrisa y ponga un caramelo en nuestras manos.
Ojalá y no ven este escrito como un ataque, sino más bien como señal para que sepan donde hay debilidades, pero yo en lo personal lo veo como un grito de impotencia.
Por/Olibio Sánchez