Las alarmas se dispararon y el foco de atención se puso en el popular payaso y animador infantil que desde un espacio televisivo local en Santiago se hizo figura nacional bajo el seudónimo de Kanqui.
Todo se derrumbó cuando una investigación realizada por la periodista Addis Burgos en su programa “Desclasificado” por CDN 37, desveló que detrás del rostro complaciente y sus alegres canciones se escondía un monstruo.
«Kanqui», cuyo nombre real es Kelvin Francisco Núñez Morel, fue arrestado días después en el Aeropuerto Internacional del Cibao, en Santiago, cuando llegó al país procedente de Estados Unidos.
Sus canciones amenizaban los cumpleaños de los consentidos de las casas. Premiado con los galardones más importantes y aplaudido en sus espectáculos que llenaban escenarios de niños acompañados de sus padres.
Hasta formó un grupo musical que causaba sensación entre adolescentes “La Pandilla”, donde jóvenes talentos tipo agrupaciones como “Menudo” o más reciente “CNCO”, se destacaban captando la algarabía del publico infantojuvenil.
La periodista reveló una serie de acusaciones que incluían desde pederastia, acoso a niños y niñas hasta abusos sexuales y amenazas a las supuestas víctimas.
Este martes la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia rechazó un recurso de casación interpuesto por imputado, ratificando así la condena a 12 años de prisión, multa de 200 mil y pago de indemnización de 2 millones de pesos por violación y agresión sexual a una menor de edad.
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