El ataque con misiles lanzado este martes por Irán contra Israel consolida un cambio en la doctrina militar del país persa, pues supone el tercer ataque directo fuera de su territorio, aunque en todos los casos han aludido al derecho a responder a agresiones previas.
El Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica disparó, por primera vez, misiles hipersónicos de alcance medio que por su velocidad lograron superar el sistema de defensa antiaérea israelí conocido como Cúpula de Hierro.
Estos misiles, que apenas fueron presentados en junio de 2023, tendrían una alta capacidad de maniobra y alcance, y según las autoridades de Teherán, “pasarán décadas” antes de que los sistemas antimisiles puedan interceptarlos.
Este ataque consolida la intención de Irán de confrontar de manera directa a Israel y responder por la vía militar cuando lo considere necesario, como ya hizo en abril de este año, cuando Teherán lanzó drones, misiles de crucero y balísticos contra Israel, aunque la mayoría fueron interceptados por las defensas israelíes, junto a las estadounidenses y británicas.
Este cambio de doctrina, que antes se basaba en la defensa del territorio iraní y ahora llega hasta la defensa de sus intereses y sus líderes y aliados, está agravando las tensiones en Medio Oriente, pues el gobierno israelí de Benjamín Netanyahu parece no estar dispuesto a aceptar esta nueva actitud del Estado Persa.
Ya en 2020 Irán avisó de este cambio de doctrina y lanzó misiles de crucero contra dos bases militares en Irak que albergaban tropas de EE.UU., en respuesta al asesinato del comandante Qasem Soleimani, cometido pocos días antes por Washington.
En aquel momento, y pese a su imagen de hombre duro, Donald Trump prefirió no contratacar a Teherán y mantener la estabilidad de la región.
Luego vino la acción de abril pasado en respuesta al bombardeo de Israel contra el consulado iraní en Siria, y ya en las últimas semanas se esperaba un nuevo ataque iraní contra Tel Aviv por el asesinado del líder del movimiento palestino Hamás, Ismael Haniyeh, ocurrido el pasado 31 de julio en Teherán.
En aquel momento, Irán insistió en que respondería “por la vía y en el momento que estimara conveniente”, y este martes llegó ese momento.
Este ataque iraní ocurre justo después de que Israel lanzó una invasión terrestre contra el Líbano tras asesinar al líder del movimiento libanés Hezbollah, Hassan Nasrallah; apenas 24 horas después de otro bombardeo israelí contra Siria; y aún con la situación de violencia en Gaza sin terminar de resolverse, pues sus fuerzas militares han dejado más de 40 mil personas muertas allí pero no han podido eliminar a Hamás.
Israel anunció que responderá y escalará el conflicto, EE.UU. seguramente le apoyará, así que tendremos que dar seguimiento diario al conflicto y esperar, en los próximos meses, el peso que tendrá esto en el proceso electoral estadounidense, cuyo gobierno está demostrando que no controla la situación en Medio Oriente, pues lejos de hacer valer sus llamados a la paz, está cerca de ser arrastrado a participar en el conflicto.