El pasado martes los ministerios de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt), de Educación (Minerd) y el Instituto Nacional de Formación y Capacitación del Magisterio (Inafocam) suscribieron un convenio interinstitucional cuyo propósito es fortalecer la formación de los docentes y de los formadores públicos.
Enhorabuena ya que no es una novedad para nadie que las evaluaciones externas a las que ha sido sometido el sistema educativo de la República Dominicana muestran resultados desalentadores, y a veces más bien lamentables, lo que incluye el nivel de los docentes.
Ahí están para comprobarlo las pruebas PISA, en las que la República Dominicana sale en los últimos lugares del ranking de sistemas educativos, incluso por debajo de países con menor nivel de desarrollo económico como Nicaragua, Paraguay o Marruecos.
En todas las profesiones hay una exigencia primaria para la función que el profesional está llamado a desempeñar, que es la idoneidad, es decir, la capacidad de responder a todos los desafíos, grandes o pequeños, que plantea cotidianamente la realización de una tarea específica que, finalmente, será evaluada por los resultados obtenidos.
De ahí que una tarea tan fundamental para cualquier país, como es la de educar y formar a los futuros ciudadanos, requiere de esa capacidad que otorgan las aulas universitarias y se desarrolla en la práctica. Nadie puede enseñar adecuadamente lo que no sabe o lo que no está preparado para enseñar, que es uno de los problemas más graves que se notan en la labor diaria de nuestros docentes.
El convenio entre estas instituciones establece el enfoque por competencias, que se incluye en un marco normativo cuyo propósito es elevar el perfil del docente, debido a que requiere de un trabajo responsable en el aula, sumado a un manejo específico de los contenidos generales, disciplinarios y psicopedagógicos.
La iniciativa del Mescyt, Minerd e Inafocam, que es plausible, contempla la aplicación de procesos que comienzan con la evaluación de las aptitudes de los futuros maestros antes de su ingreso a la carrera docente, lo que garantizará una formación orientada en especialidades para las que el postulante muestra un mayor dominio.
Ojalá este convenio entre instituciones tan relevantes en la formación de los docentes se enfoque en los aspectos que es necesario corregir en la enseñanza de los ciudadanos del mañana, y que desde ahora todo el sistema escolar pueda ejecutar el salto hacia la educación de calidad que este país merece.