MANAGUA (France24.com) – En medio de las continuas tensiones entre Managua y la Santa Sede, según ha informado el portal Vatican News, el representante del Vaticano en Nicaragua ha abandonado el país a consecuencia de las suspensión de las relaciones diplomáticas con ese país.
Las relaciones bilaterales habían estado al borde del colapso después de que el Papa Francisco se refiriera en una entrevista la semana pasada al Gobierno del presidente socialista Daniel Ortega como una dictadura.
El portal indicó que el diplomático, monseñor Marcel Diouf, había viajado el viernes a Costa Rica y que el cierre de la embajada «se produjo como consecuencia de una petición del gobierno nicaragüense».
La custodia de la nunciatura apostólica en Managua ha sido «confiada a la República Italiana», en virtud de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
Las palabras que originaron todo
En una entrevista con el portal argentino Infobae el 10 de marzo, Francisco describió al gobierno de Ortega como una «burda dictadura» dirigida por un presidente «desequilibrado».
En la entrevista, el Papa argentino también expresó su preocupación, sin nombrarlo, por el obispo nicaragüense Rolando Álvarez, quien en febrero fue condenado a 26 años de prisión por «atentar contra la integridad nacional», entre otros cargos.
Álvarez se encuentra bajo arresto domiciliario desde agosto y se negó a ser deportado junto con 222 disidentes políticos a Estados Unidos.
Nicaragua y su posición
Poco después, la cancillería nicaragüense emitió un comunicado diciendo que «se ha propuesto la suspensión de relaciones diplomáticas (con el Vaticano)».
Días antes de los comentarios del pontífice, el gobierno de Managua cerró dos universidades afiliadas a la Iglesia Católica.
Desde 2007, Ortega ha llevado a cabo prácticas cada vez más autoritarias, exiliando o encarcelando a disidentes y rivales, anulando los límites a los mandatos presidenciales y haciéndose con el control de todos los poderes del Estado.
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