El periodista es un trabajador y su tarea es mantener a su público al tanto de los hechos más importantes y de interés en la política, la economía, cultura, espectáculos o deportes.
Pero informar no es su única función; también es un formador de opinión, porque interpreta los hechos para sus lectores y oyentes, y la autoridad de sus afirmaciones puede influir enormemente en la población.
Es también un guardián del idioma, porque está obligado a escribir y expresarse correctamente, con apego a las reglas de la gramática, que establece la estructura del idioma, y con respeto a la normativa, que determina lo que está bien o mal escrito.
Los tiempos actuales globalizados han dejado atrás a los periódicos factorías donde las noticias se procesaban para entregar al público un producto informativo elaborado. Ahora las redes sociales, los multimedios y las aplicaciones de mensajería son el territorio desde el que se generan las noticias, un desafío que los periodistas afrontan cotidianamente.
Esta realidad ha multiplicado la velocidad de circulación de las noticias, y ha puesto a la tecnología en un primer plano, lo que genera también una mayor necesidad de control, porque es demasiado fácil trucar informaciones con fotos, videos editados, audios inventados y otras técnicas, que han dado lugar a la proliferación de las “fake news” o noticias falsas.
Ocurre también que cada vez más improvisados, gente que no ha pisado una universidad ni tiene idea de cómo redactar una crónica, gana espacio en determinados medios, para trabajar como “bocinas” o para defender intereses espurios a cambio de dinero o de otro tipo de favores.
Sin embargo, el buen periodista es el que predomina en los medios y su papel, casi siempre con escasa resonancia, se nota en su compromiso con la verdad primero, y con sus lectores y público por extensión.
El verdadero periodista no es un cazador de primicias, tampoco el personaje central de las informaciones, sino alguien que publica lo que está comprobado, no acepta prebendas y mantiene una conducta apegada a la ética en todos los órdenes.
Es a esa clase de trabajador al que saludamos en este Día del Periodista, al que felicitamos por su compromiso con la verdad, y lo exhortamos a continuar la lucha por una sociedad mejor.