Tijuana (México), 21 ago (EFE).- El paso de la tormenta tropical Hilary, que tocó tierra dos veces en México, el domingo, una como huracán categoría 1, ha dejado hasta ahora cuatro muertos: dos en la fronteriza ciudad de Tijuana, estado de Baja California, uno en Baja California Sur y otro en Sinaloa, notificaron autoridades este lunes.
La primera víctima falleció el pasado viernes en Navolato, en el norteño estado de Sinaloa, después de que su camioneta fuese arrastrada por las inundaciones a causa de la lluvia. Su cuerpo fue localizado a varios kilómetros.
Autoridades municipales así lo informaron en distintos comunicados, detallando que una de las personas fallecidas fue una joven mujer en un accidente de tráfico que se dio la tarde del domingo bajo la lluvia, quedando prensada en su automóvil.
La otra persona fue un hombre que salió a pescar al mar y derivado de las condiciones climáticas, la corriente lo arrastró al interior perdiendo la vida, su cuerpo fue encontrado la mañana del sábado en la costa de Playas de Tijuana.
Rafael Carrillo Venegas, director de Bomberos de Tijuana, dijo a EFE que, pese a esas afectaciones, la gravedad del paso de la tormenta tropical no fue tan grave como se esperaba, debido a que “afortunadamente se fracturó y se dividió en dos partes y nosotros quedamos como a la mitad de esta tormenta”.
Explicó que esto sucedió principalmente porque la zona alta de la sierra ayuda a disipar los vientos que vienen del Pacífico, además de que las temperaturas que se dan en esta región del norte propician que no se potencialicen esas ráfagas de viento.
El director de Bomberos señaló que a partir de este día en la ciudad “ya no hay lluvia presente, y lo que viene ahora es atender los reportes que se den por el agua acumulada en diversas zonas, en donde habrá caída de taludes, desprendimientos de bardas y socavones”.
PREVENCIÓN
Hortensia García, su esposo e hijos, quienes son conocidos por sus personajes como “La Familia Chaplin”, estuvieron en uno de los albergues ubicado a unos cinco kilómetros de la garita, debido a que tuvieron temor de que la tormenta pudiera ponerlos en serias complicaciones.
“Nos asustamos, pero aquí nos trataron muy bien y gracias a Dios nos hicieron sentir seguros con todo lo que nos proporcionaron, agua y alimentos; nos dieron un buen trato y a todas las personas que estuvieron aquí nos ayudaron a cada uno”, resaltó.