La tercera edición del Teletón “Juntos por la niñez”, organizado por Unicef, se desarrolló el pasado domingo con excelentes resultados, lo que se pudo comprobar a través de las emisiones de varios canales de televisión, entre ellos CDN, que brindaron su apoyo a esta noble iniciativa.
Esta tercera edición, además de haber obtenido una recaudación hasta el cierre de la transmisión de RD$13,862,673, que superó a la anterior, tuvo un componente emotivo que es el anuncio de la despedida de la representante residente de Unicef, Rosa Elcarte, que al final de este mes finaliza su misión en República Dominicana que ha desempeñado desde diciembre de 2015.
“Este es un pueblo alegre y de gente generosa y solidaria que desborda los corazones y la confianza depositada en Unicef”, declaró Rosa Elcarte al finalizar el evento, palabras que resultan alentadoras para todas las personas de buena voluntad, porque vienen de alguien que ha demostrado un compromiso con el trabajo solidario en favor de la niñez vulnerable de nuestro país, en una gestión que deja huellas positivas en nuestra sociedad, por lo que le deseamos el mejor de los futuros en su próximo destino.
Sería ocioso tratar de resumir la tarea de Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) porque la mayoría de las personas medianamente informadas conocen su labor de apoyo a la educación, promoción de la salud, prevención de las muertes neonatales, del matrimonio infantil y el embarazo adolescente, entre otros objetivos que siempre parecen demasiado ambiciosos, sobre todo en países como el nuestro, donde los pobres acumulan años de postergaciones y privaciones de todo tipo.
La importancia de organismos como Unicef marcan la pauta de lo que debiera hacerse y actúan en consecuencia, mientras en la otra orilla el clientelismo político, cuando no la corrupción que nos cuesta miles de millones en recursos, se encargan siempre de desviar a los bolsillos de unos pocos una gran parte de los fondos destinados a la salud, a la educación y a otras actividades en favor de la infancia. Mientras eso ocurre, ante otras realidades como las uniones tempranas y el embarazo adolescente se habla demasiado y lo que se hace nunca es suficiente.
Gracias Unicef; gracias doña Rosa por su apoyo para poderles ofrecer el mejor presente y futuro a nuestros niños y niñas, y para que puedan desarrollar todo su potencial.
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