San Juan, (EFE).- El Gobierno de Bahamas ordenó este viernes la salida de todo su personal diplomático de Haití de forma inmediata o tan pronto como las condiciones de seguridad lo permitan, tras los actos violentos ocurridos la víspera en el país.
«Hasta este momento, había una orden de salida voluntaria y todo el personal de la embajada decidió quedarse. Según las nuevas instrucciones, deben irse a casa tan pronto como las condiciones lo permitan», según el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.
La cartera de Exteriores explicó que se trata de «una medida temporal a la luz de los desarrollos recientes que requieren una evaluación y reorganización de la seguridad e inteligencia corporativa».
Esta decisión llega después de que el jueves el jefe de la misión diplomática en Puerto Príncipe informara que habían sido detenidos por la Policía haitiana y despojados de su vehículo y armas.
«Esto es parte de una protesta de la Policía Nacional de Haití contra sus propias autoridades. Todos nuestros diplomáticos están personalmente seguros», indicó el comunicado de Exteriores.
El jueves, policías atacaron la residencia privada del primer ministro de Haití, Ariel Henry, por la indiferencia de las autoridades frente a la muerte de más de una decena de agentes a manos de grupos armados este mes.
Tras este ataque, los manifestantes trasladaron su protesta a los alrededores del aeropuerto Toussaint Louverture de Puerto Príncipe, donde levantaron barricadas y quemaron neumáticos, provocando la paralización del tráfico.
Al respecto, la nota de Bahamas agregó que también hay un informe de cinco bahameños que aterrizaron en el aeropuerto de Puerto Príncipe y no pudieron salir, aunque están «sanos y salvos».
El Gobierno de Bahamas dijo que la situación de seguridad en Haití «parece menos estable en los últimos tres días» y que, por ello, están tomando «medidas por precaución».
Haití vive inmerso en una aguda crisis en todos los órdenes y en una espiral de violencia, ante lo cual sus autoridades han pedido el envío de una fuerza extranjera, que todavía no se ha concretado.
El primer ministro de Bahamas, Philip Davis, urgió el pasado martes en la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) a brindar ayuda a Haití para salir de la crisis, que amenaza también a los países vecinos por las olas migratorias que genera.
A principios de esta semana, las autoridades de Bahamas informaron que los guardacostas interceptaron un barco con 396 migrantes haitianos cerca del remoto Cayo Sal, en uno de los mayores incidentes de tráfico de personas en la zona de los últimos tiempos.
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