Las migraciones son un fenómeno que ha existido desde que la especie humana camina sobre la tierra. Las poblaciones nómades emigraban en busca de comida, de cacería y de agua, o para escapar del frío.
En la actualidad, a esas causas se suma la necesidad de huir de conflictos armados, de bandas criminales o de grupos narcotraficantes que suelen asolar regiones enteras.
En cuanto al impacto de las migraciones en el crecimiento o reducción de las poblaciones, sorprende un estudio demográfico independiente que da a conocer un alarmante dato sobre la población de Cuba, que se desplomó un 18 % entre 2022 y 2023.
Si se parte de esa cifra, en la isla estarían viviendo menos de 9 millones de personas, un mínimo histórico que se había superado hace décadas.
La población cubana sería de 8 millones 620 mil personas, según los datos del estudio, elaborado por el economista y demógrafo cubano Juan Carlos Albizu-Campos.
El especialista intentó calcular las consecuencias de este grave éxodo a partir de 2021 desde el punto de vista poblacional, un apartado del que el Estado cubano no aporta cifras concluyentes.
Expertos sostienen que la migración es un fenómeno que continuará, porque todas las personas que deciden movilizarse tienen derecho a una vida digna. El reconocimiento, la integración y la regularización de su situación conforman el primer paso para garantizarla.
Históricamente, las migraciones han enriquecido a la humanidad por su aporte económico y por el intercambio de culturas y la transmisión de conocimientos entre una región y otra.
Otra coincidencia entre los entendidos es que la búsqueda de una mejor calidad de vida, de mejores condiciones laborales, educativas, sanitarias y socioambientales, además de una mejoría económica, son algunos de los elementos que las personas evalúan a la hora de desplazarse de su ciudad, país, región o continente hacia otro lugar.
La migración cubana, en general, es apreciada por su preparación y nivel educativo, además del apoyo que recibe de sus pares asentados en los destinos a los que emigra, lo que le hace más fácil adaptarse, conseguir trabajo e integrarse.
Si tenemos en cuenta estos datos, cabe esperar que la migración cubana continuará paulatinamente vaciando la isla, su población envejecerá y, más temprano que tarde, abrir las puertas será la única posibilidad que tendrá el gobierno para evitar un colapso cada vez más cercano.
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